domingo, 30 de septiembre de 2012

Las 13 caras de ETA (IV): Iñaki Arakama Mendia

Capítulo 1: Iker Aguirre Bernadal
Capítulo 2: Javier Aguirre Odriozola
Capítulo 3: Gurutz Aguirresarobe Pagola

Capítulo 4: Iñaki Arakama Mendia

Interviú calificó a Iñaki Arakama Mendia, alias Makario, como uno de los cinco etarras más sanguinarios de la historia de la banda terrorista. Con cientos de años de condena a sus espaldas, este guipuzcoano –nacido en Ibarguren- se encuentra actualmente recluido en la cárcel de Sevilla II de Morón de la Frontera; y se presenta como la cuarta cara de ETA en la provincia hispalense. En su historial figuran asesinatos y secuestros, así como atentados muy sangrientos.

De hecho, uno de sus crímenes más bárbaros ocurrió en 1980 en Salvatierra (Álava). El cura del municipio facilitó a los terroristas la información pertinente para irrumpir en una carrera infantil de ciclismo y acabar con la vida de tres guardias civiles. “Makario robó un Simca 1200 en Vitoria y disparó a los tres agentes en el momento en el que conversaban distraídos con el organizador de la competición. Dos murieron y el tercero, malherido, intentó ocultarse bajo un coche. Pero él se dio cuenta y junto al resto del comando le arrebataron el último hálito de vida, acribillándolo a balazos”, explica Federico Utrera.

Arakama perteneció a los comandos Madrid y Araba en la década de los 80, cuando estos grupúsculos se erigieron como uno de los más sangrientos de la historia negra de España. Participó en 1979 en el asesinato de Antonio Recio, inspector de la Policía Nacional. La Audiencia Nacional consideró probado que el terrorista, junto a otros dos etarras, robaron un vehículo a punta de pistola y dejaron a sus ocupantes (un matrimonio) atados a un árbol. Posteriormente, se dirigieron hasta el negocio familiar de la víctima, donde dispararon hasta once veces contra él. El atentado le costó la vida al agente. El tribunal decretó 30 años de prisión contra Mendia.

Paralelamente, entre otros motivos, este recluso de ETA también cumple condena por el asesinato en 1985 de Ricardo Tejero, director del Banco Central, y por el secuestro del diplomático Diego Prado y Colón de Carvajal en 1983. La banda terrorista sancionó en 1995 a Makario, tras firmar un escrito donde concluía que la lucha armada “que desarrollamos hoy en día no sirve. Esto es morir a fuego lento”. Sobre el etarra se ha aplicado la doctrina Parot y se prevé que no salga de la cárcel hasta 2027.

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